Técnicas de reciclamiento en los procesos de la informática desde su creación, uso y desecho.

Cuando el material informático con el que trabajamos deja de funcionar o de ser útil, tenemos varias opciones para deshacernos de él. La más habitual (desgraciadamente) es depositarlo discretamente en el contenedor más cercano, cuando no dejarlo directamente en la calle. Existen sin embargo dos alternativas mucho más ecológicas y amigables que la primera, el reciclaje y la donación.
 Nos vamos a centrar en el reciclaje de material informático. Cuando los equipos ya no funcionan o son tan sumamente viejos que no van a poder resultar de utilidad a nadie más, la mejor opción es optar por su reciclado. Muchas de las partes que los componen contienen materiales lo suficientemente tóxicos para que sea aconsejable no deshacerse de ellos de cualquier manera.

Plomo, selenio, cadmio, mercurio y otros, son elementos perjudiciales para nuestra salud, por no hablar ya del medio ambiente y del impacto que supone no sólo el tipo de residuos, sino su cantidad. Solo en algunos países se generaron 20.000 toneladas de basura electrónica, y el 90% de ella acaba en vertederos inadecuados.

En equipos adquiridos a partir del 1 de enero de 2006, nos podemos acoger a la normativa vigente, el Real Decreto 208/2005, que regula entre otras cosas la gestión de los residuos electrónicos y eléctricos. Según éste, son los fabricantes de los aparatos los que están obligados a hacerse cargo de su reciclado e incluso de recogerlo en el domicilio de su cliente, sin posibilidad de repercutir ningún coste a éste último (con toda probabilidad ya lo han repercutido en el precio del aparato).


En caso de equipos adquiridos antes de esta fecha u ordenadores cónicos, sin marca, los usuarios tenemos la alternativa de depositarlos en puntos verdes, limpios, eco-parques, como los llamen en cada lugar. Muchos ayuntamientos tienen establecidos sistemas de recogida que cubren esta necesidad, siendo ellos los que se encargan de transportar los residuos a los puntos adecuados.
Si tienes material de desecho, no dudes en poneros en contacto con el ayuntamiento de  nuestro municipio para preguntar si ofrecen este servicio. Si no es así, o preferís hacerlo por si mismos, al final de la entrada os dejo un enlace a la página de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en la que disponen de una base de datos de puntos limpios en la que puedes buscarlos.

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